Monta Tu Propio Estudio De Fotografía

Ciclorama en un estudio

Todo fotógrafo aficionado ha soñado alguna vez con montar su propio estudio donde poder demostrar sus habilidades en esto de la fotografía.
Por desgracia no todos logran realizarlo.
Muchos no podrán por economía, hay que hacer una inversión mínima considerable. Otros no podrán por espacio, se necesita un lugar con unas medidas amplias para ubicar toda la parafernalia que suele usarse. Por ejemplo, no sería posible montar un ciclorama en cualquier lugar. Y muchos, aun teniendo lo anterior puede que se equivoquen al elegir todo el material a usar.
Toda compra tiene que ir orientada a sacarle el máximo partido, a hacerla productiva. Es mejor tener los accesorios justos pero de un solo sistema a los cuales les saquemos un buen rendimiento que disponer de un montón de equipo que no podamos combinar por distintos motivos. Apostando por sistemas de iluminación y modificadores conocidos (no hace falta que sean los más caros) te evitarás muchos inconvenientes de incompatibilidades que sufriríamos si adquirimos distintos sistemas.

Accesorios y modificadores de luz que usaremos cotidianamente

Un sistema Profoto o un sistema Godox (este bastante más barato pero con una buena relación calidad precio) pueden ser una buena elección en iluminación. Y para accesorios un anclaje Bowens o un anclaje Elinchrom de uso muy extendido son también una maravillosa elección.
Todo depende de nuestras pretensiones. Hay que ser realistas, analizar nuestro potencial y en base a eso podremos pronosticar el resultado de tanto esfuerzo.
Escuchando alguno de mis podcast favoritos me encontré precisamente con uno que hace un repaso a cada uno de esos elementos necesarios. Estando muy de acuerdo con cada uno de sus apuntes no puedo dejar de poneros el enlace para que os sirva de guía.
El podcast en cuestión es el de Academia de fotógrafos, el cual forma parte de una amplia red de podcast sobre fotografía. De la mano de Mario Rubio, en esta ocasión con David Gámez y un gran elenco de maestros del medio te harán pasar un buen rato a la par que te pondrán al día sobre cacharreo, como emprender, como desarrollar y también conocer los entresijos técnicos de cada una de las modalidades de este arte.
Os invito a que los escuchéis y sigáis.

Enlace a podcast: https://podcasts.fotografonocturno.com/287-lo-minimo-que-necesitas-para-tener-tu-estudio-de-fotografia/

Enlace a youtube: https://www.youtube.com/watch?v=Nn373RokiB0&ab_channel=MarioRubio

Libro CienOjetes

Surje como secuela y recopilatorio de artículos del blog que hubo del mismo nombre. Firmado en su momento por Nacho Canon y Nikon Pepinos, dos atrevidos fotógrafos que aprovechando ese semianonimato hicieron temblar los cimientos de la Fotografía como institución y forma de vida. Odiados y a la vez aclamados, no dejaron títere con cabeza hincando su aguijón de ironía y sarcasmo bien hondo.
Cuestionaron los hábitos de los grandes «los popes» y de los principiantes con aspiraciones también.

En este libro de fácil lectura recojen los artículos más significativos de aquel blog con alguna opinión sobre los mismos.
Resulta carcajeante por momentos y prácticamente todo el mundo se podrá ver reflejado en alguno de sus capítulos. Pero tiene de fondo una visión oscura, decadente, con la que plasma la idea de un futuro no demasiado claro para el fotógrafo.
Cataloga a los fotógrafos en dos vertientes igual de desastrosas según ellos. Por un lado, el fotógrafo activo, que corre tras la foto, el fotógrafo que se parte el espinazo y se agarra a un clavo ardiendo con tal de hacerse hueco en este mundillo mal pagado y que siempre se topará contra el muro inquisitivo de los grandes. Por otro lado el fotógrafo conceptual, el del «work in progress», el del proyecto que vivirá de frases hechas con las que en ocasiones justifican o ensalzan en otras, aspectos de su trabajo como fotógrafos. Un mundo lleno de saraos y miserias por igual.
También habla del fotógrafo muerto en vida y que llega a ese estado en el momento en que esa persona deja de hacer fotos para dedicarse a analizar las de los demás, haciendo cribas despiadadas con ellas. El difunto fotógrafo es el que queda para dar clase a otros aspirantes.

En conclusión, es un libro que te hace reír pero a la vez te hace meditar sobre el sentido de continuar en esta debacle. ¿ Merece la pena verse sumergido en este mundillo de egos y miserias?
Ten cuidado al leerlo, no te ocurra como a algunos fotógrafos que nombran en sus páginas, que deben acudir a terapia psicológica para recuperar la cordura perdida faltos de proyectos y sentido en sus fotografías.
Aun así un libro muy interesante de leer y analizar.

Se puede adquirir en la editorial Fracaso Books.

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