Fotografiar En Casa. La Belleza De Lo Cotidiano

Que son tiempos difíciles para desarrollar con normalidad nuestras aficiones es algo que todos deberíamos tener asimilado. Hemos tenido que cambiar nuestros hábitos de vida hasta en los aspectos más esenciales, por lo tanto era lógico que esta situación salpicase a nuestra manera de fotografiar.
Nuestro ojo fotográfico ha tenido que adaptarse, por llamarlo de alguna manera, ha tenido que variar su profundidad de campo. El nuevo punto de interés ha pasado a ser lo cercano, lo que nos rodea, en casa, en el trabajo o el entorno más próximo.
Ahora somos capaces de ver paisajes formados por montañas de puré de patata (me recuerda a «Encuentros en la tercera fase») y bosques de verdura. Juraría ver un maravilloso árbol en cualquier trozo de brócoli.
Una agrupación de tornillos de distintos tamaños puestos en vertical con una bombilla encendida detrás al fondo se nos presenta como el skyline de una gran ciudad por el que veremos una fantástica puesta de sol (bombilla) a través de sus rascacielos.
Jarrones, flores, reflejos en espejos y ventanas nos abren infinitas posibilidades.
Hace un par de días yo opté por las perfectas formas de un simple huevo y para rematarlo jugué un poco con la tensión visual que suponía presentarlo en equilibrio entre dos tenedores.

Equilibrio al filo del desastre.

Un maravilloso ejercicio para jugar con luz y volúmenes.

¿El grito de Munch?

Ahí estaba yo encandilado con mi huevo. Me enamoró así posando equilibradamente, elegante en su desnudez, ligero como las plumas que soñó tener, perfecto en sus formas…donde se ponga una línea curva…, y la luz cenital que le aporta esa espiritualidad.

Me recuerda a una persona apoyando la cabeza en sus manos cruzadas.

Blanco y negro, estaba claro. Sabía que la foto saldría bien, pero la tortilla fue mejor.

En nuestras manos y con algo de tiempo para pensar, todo objeto puede tornarse una foto interesante.

Cuidado Con Lo Que Pescas Por Ahí

Corren tiempos locos, lo que puedes esperar de lo que realmente vas a conseguir deja mucho que desear.
Pongamos un ejemplo hablando metafóricamente… antes cuando tú salías a pescar podías tener suerte y conseguir tu premio, ese pescado grande y sabroso que después te comerías sintiéndote un superviviente, un Robinson que sabe vencer las dificultades que se presentan.

Pez Bota (Suele secarse para su consumo)

Por desgracia, no era raro que en uno de esos lanzamientos de anzuelo no fuese precisamente un pez lo que enganchases. En ocasiones pillabas un zapato perdido por algún despistado, otras podía ser un jarrillo de lata que cayó de la barca de otro pescador cuando lo golpeó sin querer.

Pez Jarrillus Latae (habita en los fondos de aguas poco profundas)

Pero hoy en día si sales a pescar (o a pasear cuando no debes) lo más probable será que pesques algo muy distinto. En estos momentos el despistado (que olvida usar su mascarilla o no quiere porque él es un radical seguro de sí mismo y no un borrego más al que dirigen un puñado de instituciones que no entienden de nada) te ayudará a que te lleves a casa otra pieza muy distinta a la que esperabas.

Además, antes la gente gustaba ir a pescar en solitario pero en estos tiempos parece que o vas a pescar con toda la familia o con 20 amigos o te tachan de antisocial. Hay que ir a pescar en grupo.
Sí, en tu plato listo para que te lo comas enterito vas a tener un delicioso Virus. Ni azul ni blanco, lo pintan rojo, pero depende de para qué estómagos, bastante indigesto.
Nombrado de muchas maneras, Coronavirus, COVID-19, SARS-CoV-2 o «el Bicho» como lo llaman los lugareños más audaces.
Como lo pesques procura comértelo tú solo, no compartas el plato con nadie por favor que no es de buen gusto.
Y si buscas un protector o medicamento para tu maltrecho estómago reza porque tu anzuelo de nuevo encuentre el adecuado.

Encuentra el pez Píldora correcto, no te equivoques

Desde luego la pesca se ha vuelto un pasatiempo o deporte de alto riesgo. Quizá sea buen momento para cambiar de dieta hasta que el mar nos ofrezca otros manjares.

Monta Tu Propio Estudio De Fotografía

Ciclorama en un estudio

Todo fotógrafo aficionado ha soñado alguna vez con montar su propio estudio donde poder demostrar sus habilidades en esto de la fotografía.
Por desgracia no todos logran realizarlo.
Muchos no podrán por economía, hay que hacer una inversión mínima considerable. Otros no podrán por espacio, se necesita un lugar con unas medidas amplias para ubicar toda la parafernalia que suele usarse. Por ejemplo, no sería posible montar un ciclorama en cualquier lugar. Y muchos, aun teniendo lo anterior puede que se equivoquen al elegir todo el material a usar.
Toda compra tiene que ir orientada a sacarle el máximo partido, a hacerla productiva. Es mejor tener los accesorios justos pero de un solo sistema a los cuales les saquemos un buen rendimiento que disponer de un montón de equipo que no podamos combinar por distintos motivos. Apostando por sistemas de iluminación y modificadores conocidos (no hace falta que sean los más caros) te evitarás muchos inconvenientes de incompatibilidades que sufriríamos si adquirimos distintos sistemas.

Accesorios y modificadores de luz que usaremos cotidianamente

Un sistema Profoto o un sistema Godox (este bastante más barato pero con una buena relación calidad precio) pueden ser una buena elección en iluminación. Y para accesorios un anclaje Bowens o un anclaje Elinchrom de uso muy extendido son también una maravillosa elección.
Todo depende de nuestras pretensiones. Hay que ser realistas, analizar nuestro potencial y en base a eso podremos pronosticar el resultado de tanto esfuerzo.
Escuchando alguno de mis podcast favoritos me encontré precisamente con uno que hace un repaso a cada uno de esos elementos necesarios. Estando muy de acuerdo con cada uno de sus apuntes no puedo dejar de poneros el enlace para que os sirva de guía.
El podcast en cuestión es el de Academia de fotógrafos, el cual forma parte de una amplia red de podcast sobre fotografía. De la mano de Mario Rubio, en esta ocasión con David Gámez y un gran elenco de maestros del medio te harán pasar un buen rato a la par que te pondrán al día sobre cacharreo, como emprender, como desarrollar y también conocer los entresijos técnicos de cada una de las modalidades de este arte.
Os invito a que los escuchéis y sigáis.

Enlace a podcast: https://podcasts.fotografonocturno.com/287-lo-minimo-que-necesitas-para-tener-tu-estudio-de-fotografia/

Enlace a youtube: https://www.youtube.com/watch?v=Nn373RokiB0&ab_channel=MarioRubio

¿Dificultades Para Hacer Lo Que Te Gusta?

¿Te sientes con ánimos para salir a fotografiar actualmente?¿Te apetece mirar por el visor de tu cámara a través de tus gafas empañadas o aguantando la respiración hasta ponerte azul para evitar eso mismo?
Probablemente hayas sentido un bajón anímico y falta de ganas de echarte a la calle y hacer fotos.
Es normal, no te está afectando ningún virus, por lo menos físicamente, ni te está dando ningún «chungo».
Lo que ocurre es que tienes la cabeza saturada del exceso de información monotema que ocupa nuestros días. ¡Claro que hay que estar actualizado de todo lo que acontece! pero hay que saber seleccionar qué es veraz y qué es noticia sensacionalista o un ataque político.
Hay mucha noticia basura.

Acumulando basura en la cabeza

En la anterior entrada de este blog hablaba de las limitaciones legales para hacer fotos de manera indiscriminada en cualquier lugar o a cualquier persona. Esto ya nos coarta a veces para sacar nuestra cámara a pasear pero si a esto le sumamos las restricciones horarias por culpa del toque de queda nacional derivado de la pandemia COVID-19 o el tener que llevar una mascarilla todo lo complica aún más.
Esta incomodidad me hizo recordar una foto graciosísima del libro ‘Fotografiar con una sonrisa‘ del gran fotoperiodista Tino Soriano en la que se ve al fotógrafo Luis Alarcón con unos guantes de boxeo sosteniendo con no poca dificultad una cámara Olympus.
Me resultó una metáfora perfecta para representar nuestra propia incomodidad al tener que llevar mascarilla haciendo fotos sobre todo si usas gafas. Te rozan los ojos, la respiración te empaña los cristales. ¡Es horrible!
Así que quise recrear esa foto como homenaje personal a Soriano (siempre hay que copiar a los grandes) y doy fe de que con guantes de boxeo es muy difícil manejar una cámara… o cualquier cosa.

Imitando la fotografía de Luis Alarcón realizada por Tino Soriano

Intentemos sobrellevar esta crisis de la mejor manera y hagamos si podemos lo que aconseja Tino Soriano en su libro, afrontarlo todo y por supuesto hacer fotos, con buen humor.

«Dónde, Cuándo, Cómo, A Quién» … Se Puede Fotografiar?

Es conocido por todos que cada vez más se intenta preservar la imagen personal de cada individuo, en especial la de los niños. Los menores de edad están especialmente expuestos al uso de imágenes tomadas de manera abusiva sin el control de sus tutores.

La evolución en estos aspectos suele ser polémica y no tan rápida como se mueve la sociedad actualmente. Por supuesto siempre surgen lagunas que dejan expuestos a profesionales y aficionados al capricho del leguleyo de turno que quisiera poner más o menos trabas a un reportaje o fotografía amateur.
No podemos fotografiar lo que nos apetezca y no se trata de leyes mordaza sino de simple sentido común. Por mucho que nos atraiga la imagen de una persona vestida de colores estrambóticos o la ternura de unos niños jugando en el parque, hemos de respetar su imagen, su voluntad de permitir o no esa fotografía y el conocimiento de dónde va a ser usada y con qué fin.

La imagen de un individuo va muy ligada a su rostro. Si no se ve su cara y estás en un sitio público no debería haber problema.

El profesional suele estar medianamente informado de cuales son las líneas que no debe cruzar pero el aficionado difícilmente se planteará si se está jugando una denuncia o como poco una reprimenda no demasiado amistosa de la/s persona/s fotografiada/s o de los responsables de ciertos organismos a los que afecta la ley de la que ahora haremos mención.

Una situación de los más cotidiana podría traernos un serio problema con la justicia aquí en España.
Para tener el mejor fundamento y que no nos pille el toro no estaría de más leer la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de Mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
Esta ley orgánica fue publicada en el 《BOE》núm.115, de 14 de mayo de 1982 y entró en vigor el 3 de junio del mismo año. (Ref.BOE-A-1982-11196).

Dejo enlace aquí para que no tengáis que buscarla y así la podáis consultar cuando tengáis cualquier duda. Estos detalles deberían tener toda la difusión posible para que pudiésemos salir a disfrutar con nuestras cámaras de la manera más segura.

Las Llaves Del Destino

Las llaves de la recuperación

Banderas de un país cualquiera o estandartes de un partido político u otro. Cada cual porta su llave pensando que es la clave correcta para asegurar el futuro de todos

¿Soluciones insuficientes?

Hay para quienes la llave debe ser ligera, fácil de llevar, pero quizá se parezca demasiado a una llave de juguete.

Viejas soluciones

Para otros la llave debe ser más grande, con un paletón basado en un dibujo muy básico. Probablemente demasiado arcaica esta llave. Es curioso pensar con qué partido político podríamos asemejarla, jajaja! Además su color oscuro parece augurar historias de esclavitud, antiguos grilletes o calabozos.

Soluciones enrevesadas

Y como no, tenemos la llave del que cree que no se le escapa nada, llave de difícil ejecución. Su llave es lo más. Para algunos la llave perfecta. Una llave soberbia para un soberbio, propia del que cree tener el mayor tesoro, tanto es así que lo esconde y no lo disfruta ni él ni nadie. Lo malo es que quien quiere abarcar tanto en detalles pierde muchas veces la eficacia en su fines más básicos.
¿Será alguna de estas la llave de nuestros años venideros?
Nos veo forzando la cerradura… toda puerta se puede abrir.

¿Qué llave será la correcta?

Reunión De Amigos – Visiones En Tiempos De Pandemia

¿Una reunión de amigos?

Esta etapa de confinamiento ocasionada por la pandemia del COVID-19 (Coronavirus) ha sido compleja para la mayoría de nosotros. Hemos sufrido la distancia con los nuestros y una «soledad» a la que no estábamos acostumbrados.
Nos ha hecho recordar a familiares y amigos mientras se atrofiaban nuestros músculos pero a su vez ha hecho que agudicemos otra parte de nuestros cuerpos… me refiero a la mente. Cualquier detalle alrededor se ha vuelto importante y ha servido de estímulo a nuestra imaginación.
Para los aficionados a la fotografía y para más de un profesional ha sido un reto y cualquier motivo nos ha servido para contar a nuestra manera lo que sentimos.
Por mi parte, hasta creí ver en un simple montón de lápices una reunión de amigos, algo que anteriormente consideraba de lo más rutinario del mundo y ahora me parece algo esencial y añorado. Os lo muestro en imágenes tal y como pasaron por mi cabeza.

Los amigos a veces están de acuerdo

En una reunión de amigos es muy difícil que todos piensen y vayan en tu misma dirección.

A veces algún amigo quiere destacar

Es fácil que alguien intente destacar, que alguien esté en contra de la opinión del resto.

Hay días en que un amigo está en contra

Hay amigos que no pudieron ir en esa ocasión, otros incluso parecen invisibles aunque estén ahí.

Un amigo no pudo asistir

Y no tengamos la desdicha de que a todo el grupo le guste la misma chica, puede dar situaciones de lo más variopinto.

Amigos intentando ligarse a la misma

Pero si la amistad es sincera y verdadera, cada vez que os veáis haréis ese corro en el que agarrados de los hombros os reíais del mundo y os sentíais bien.
Todo es mejor con amigos.

El círculo de amigos

Relatos De Cuarentena – COVID´19

Fotografía: Benjamín Quevedo

El día comienza a despertar, despacito, ralentizado, como los relojes en estos tiempos extraños. En la calle sólo se escuchan los pajarillos, con la primavera tatuada en cada trino. En algunas ventanas se empieza a ver algo de movimiento. Luis se enciende un cigarro y sale al lavadero mientras el olorcillo a café recién hecho va perfumando toda la casa. Abajo, en la calle, ve al señor mayor que vive en el bloque de enfrente. Ya viene de vuelta, con ese perrillo diminuto al final de la correa. “Cada día sale antes”, piensa.
Dos plantas más arriba se abre otra ventana. Ángela, con una taza de café humeante en las manos y los ojos aún a medio despertar. Respira profundo, hace un día bonito. Hoy almorzará en el balcón, de hecho hoy piensa atrincherarse en el balcón.

Poco a poco, la calle comienza a ser un espejismo borroso de otros días. Algún coche, un autobús, mascarillas, muchas, carritos de la compra… que luego volverán repletos, demasiado, con su papel higiénico, su cerveza… lo imprescindible.

Las horas van pasando…a su ritmo. Se van llenando los tendederos, cortinas, toallas, sábanas… algo de ropa. Un osito rosa se balancea tranquilo en su cuerda del tercer piso.
Y continúa avanzando la mañana. En el aire se mezcla el olor de la colada con el del pan recién hecho de Alberto… a la tercera va la vencida… o no. Huele a receta de Youtube, al cocido de María, a cordero especiado y cuscús. Huele al recuerdo de las croquetas de mamá, que ahora están demasiado lejos. Huele a vermut por video llamada, a meme del momento, a risas compartidas y llantos solitarios… para qué preocupar más, bastante tenemos.

Y llega la siesta, aunque alguien ha pensado que es buen momento para compartir su pasión por Shakira. Netflix calienta motores. Las ventanas vuelven a llenarse de tazas de café humeante y de roscos, incluso alguna torrija… ¡que es Semana Santa por Dios!

Más rostros en las ventanas, en los balcones. Son las 19:58, comienzan los aplausos. A Laura le parece que hace dos semanas sonaban con más fuerza. 20:00 se unen algunos “rezagados”, se escuchan las sirenas, el dichoso resistiré… y se pasa lista. Todos se alegran de ver de nuevo a Andrés en su balcón, saben que el virus lo ha tenido un poco pachucho. Es enfermero, hoy los aplausos van por él. Y cae alguna lágrima ventana abajo, porque nadie estaba preparado para esto.

Y comienza a haber luz tras las cortinas. Hemos superado otro día. Maldita marmota.

Texto: Marga Ocete Castro

Lee Miller – Surrealista

La Térmica – Centro de Cultura Contemporánea -, ubicado en un edificio de la Diputación de Málaga en la Avda. de los Guindos 48, nos brinda la oportunidad de presenciar parte del difícil trabajo de una fotógrafa tan maravillosa como fue Lee Miller (1907-1977).
Hasta el 26.Febrero.2020.
Dividida en dos salas la primera nos enseña dos etapas, una parisina y otra de su vuelta a Nueva York aproximadamente 5 años después sobre el 1932.
Fue una neoyorquina de mente y corazón inquietos que cambió repetidas veces de residencia tanto por proyectos laborales como sentimentales. Una mujer liberal y dueña de su vida. La Vanguardia llega a definirla como un demonio con cara de ángel. Trabajó de modelo y fotógrafa para Vogue, codeándose con personajes de lo más sonado en el panorama artístico de la historia pero decidió pasar a estar al otro lado del objetivo. Siendo muy joven se hizo amiga íntima de Picasso al cual tomó más de 1100 fotografías, tal era su confianza. También se codeó con Miró, Ernst, Cocteau y todo el movimiento surrealista de la época. En aquellos momentos emparejada con el importante fotógrafo Man Ray logró desarrollar técnicas como la de la solarización, también llamado efecto Sabattier en el que se jugaba con un doble revelado de la imagen.

Retrato Solarizado – París, Francia 1932

Todos esos círculos sociales sumado a su espíritu viajero la hicieron una mujer con una mundología y concepción de la condición humana bastante abierta. Montó y desmontó estudios de moda y retrato allá donde quiso con gran éxito. El de Nueva York decide cerrarlo con solo dos años de funcionamiento y posteriormente se muda a El Cairo con su marido, el empresario Aziz Eloui Bey.
Sin descanso viaja por el país y también a Europa con quien será su segundo marido, otro artista llamado Roland Penrose.
La segunda sala comprende su etapa fotoperiodista durante la Segunda Guerra Mundial y los años hasta su muerte.
Justo antes del inicio de la guerra se moviliza a Londres donde como fotógrafa de Vogue documenta los bombardeos a la capital. Pero fue en el 1944 cuando toma la decisión que más marcaría su vida solicitando su acreditación al ejercito americano para acompañar a las tropas colaborando con el fotógrafo de las revistas Life y Time David E. Scherman. Vivió en primera persona el asedio a Saint-Malo, la liberación de París y la liberación de los campos de concentración de Dachau y Buchenwald siendo la primera mujer en entrar en ellos. Imágenes espeluznantes nos hacen emocionarnos, nos hace conscientes de la bajeza humana y del sentimiento de venganza que puede albergar cualquier persona que haya sido golpeada salvajemente y sin justificación en la vida.

Todo tipo de calamidades y miserias la dejarían marcada psicológicamente para siempre. Tanto es así que tras hacer algunos trabajos más para Vogue deja la fotografía para dedicarse a la cocina o al cultivo de su huerto en un ambiente más familiar, pero muy afectada recurriría incluso a la bebida intentando apaciguar los fantasmas de la guerra.
Lee Miller fallece en 1977 en Reino unido aquejada de un cáncer.
Hasta sus últimos días permaneció en activo regalándole a la sociedad exposiciones e imágenes dignas de nuestro reconocimiento y que nos hacen meditar.
Sólo queda decir «Gracias Lee Miller».

Fotografías Navideñas

¡Se acerca la Navidad!
En menos que canta un gallo ha pasado otro año con todas sus estaciones, con todas sus luces y sus sombras. En muchos hogares ya están sacando las cajas que contienen el árbol de navidad y sus adornos, el Belén con un montón de figuras y tiras y tiras de espumillón de un sinfín de colores. Todo comienza a brillar.

Fotográficamente habremos estado ocupados buscando los últimos restos del otoño sobre todo a nivel paisajístico y de naturaleza aunque también fuese una época especialmente propicia para la fotografía de moda y retrato. Por ejemplo, habrán dado mucho juego los cambios tonales de la vegetación.

Pero ahora tocan las luces a miles, los gorros de lana, los dulces, las cajas de regalo envueltas con cariño y cintas preciosas.
¡Vamos a divertirnos con nuestra querida cámara (aunque más de uno seguro que esté pensando en darse el capricho de cambiarla), vamos a hacer que se caliente que hace frío.

¡Quién dijo frío con un buen gorro de lana!

Cada detalle merece pararse y analizarlo con imaginación o con la ternura que envuelve estos días. Podemos inmortalizar al familiar disfrazado, a la amiga sosa que se desmelena y nos sorprende bailando como una loca y cantando hasta desgañitarse. Podemos rendir honores a las virtudes culinarias del que se haya currado el menú navideño haciéndole unas fotos a sus platos…..también lo merece.
Pero si hay algo que no deja de ser distintivo de esta época del año es ‘la nieve’. Podemos captar escenas de diversión, esquiadores realizando un descenso, escaladores sufriendo por alcanzar su cima.

Un paisaje de blanco puro o de azul glacial es algo que a todos se nos graba en la retina y que a la vez pondrá a prueba nuestros conocimientos técnicos para solventar situaciones de medición en la que el ambiente engañe a nuestra máquina. No descartemos el uso de filtros de densidad neutra(ND) en imágenes con demasiada luz.
Todo el mundo está más abierto a ser fotografiado en Navidad, abundan las sonrisas y las ganas de pasarlo bien pero también seremos testigos de la cara más cruel de las fiestas, personas invisibles sufriendo sus sueños inalcanzables, su soledad o su abandono.

Vamos a aprovechar todo ello y salgamos a buscar la ‘foto’, está ahí fuera esperándonos.
¡Felíz Navidad a todos y que tengáis buena luz!

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